Artículo aparecido en la revista Falaut Nº 9 – 2001 . Traducción: Karina Fischer & Guillermo Lavado.
Desde hace algún tiempo la “respiración circular o continua” se ha transformado en un tema de interés. Esta es una técnica radicalmente nueva en la música clásica occidental, todavía poco conocida y difundida que consiste, precisamente, en respirar mientras se toca pero sin interrumpir el flujo de aire; lo cual permite mantener el sonido constante por el tiempo deseado.
En realidad la práctica de la respiración circular es muy antigua y es un método de respiración común (en varias partes del mundo) para los instrumentos de vientos tradicionales, inclusive la flauta búlgara Kaval (larga flauta recta de los Balcanes construida en caña y madera), el narh de la provincia india de Rajasahn, el Didjeridu de los aborígenes australianos y , aquello muy vecino a nosotros europeos, el Launeddas sardo (especie de cornamusa de caña doble).
La oportunidad de utilizar esta técnica se evidencia mayoritariamente en la música contemporánea y del ‘900, es decir, a partir del momento en que los compositores comenzaron a desarrollar un fraseo menos fraccionado y mucho más amplio, con el intento de obtener particulares efectos tímbricos y sonoros. Desde aquí parte la exigencia de los instrumentistas de viento de encontrar una solución que pudiera ayudarles en la ejecución de este repertorio. El desconocimiento de esta técnica puede inducir a algunas personas a adjudicarle inutilidad o tener dudas. Dudas que, con el conocimiento, desaparecerán rápidamente para darle paso a la satisfacción personal de haber alcanzado a frasear sin tener que interrumpir el sonido.
Un instrumentista de cuerdas o un pianista, cuando tocan, tienen una visión más completa de las frases musicales y esto se debe principalmente al hecho de que sus instrumentos no tiene la necesidad de respirar para producir el sonido. La respiración circular tiende a obtener el mismo resultado con los instrumentos de viento.
Este escrito no quiere ser la respuesta definitiva y completa de esta técnica, pero es un elemento informativo para dar nociones esenciales, útiles al conocimiento del tema. La obtención del resultado completo de esta técnica requiere comprensión completa de la técnica, ejercicio guiado y una buena dosis de voluntad y determinación.
Los músicos que conocen la respiración circular y que hoy la utilizan son numerosos pero para muchos de ellos es un secreto a custodiar o, en el mejor de los casos, de traspasar de generación en generación (maestro-alumno); esto, probablemente, se explica desde el temor del maestro a perder el poder que le otorga conocer este secreto cuando el alumno aprende la técnica, o bien en la dificultad de enseñarla correctamente.
El ser alumno de un gran maestro lleva a seguir, muy a menudo, acríticamente y sin grandes preguntas de tipo técnico aquello que el enseñante indica. También a mi, como alumno de Patrick Gallois, me sucedió de estar entre aquellos que debieron aprender la respiración circular obligatoriamente. El comienzo, recuerdo, fue la enseña del escepticismo pero, al mismo tiempo, la curiosidad y el deseo de aprender un “secreto” de Gallois me estimuló a tal punto que decidí empeñarme en esta técnica que permitía al intérprete Gallois fraseos que hasta ahora consideraba imposibles. Ya que yo no acepto pasivamente todo lo que me viene propuesto sin darme cuenta me empeñé en entender la esencia y la modalidad aplicativa de aquel modo de respirar, logrando hacerla mía.
La lengua, para un instrumentista de viento, representa la articulación; normalmente el instrumentista está habituado a usarla sin imaginar la real potencialidad . Es verdad que la lengua crea la articulación pero también es cierto que, habiendo varios músculos que colaboran, puede crear sonido.
¿Cómo se hace para crear sonido? El staccato simple o “T” se produce poniendo la lengua entre los dientes y tirándola para atrás con un movimiento rápido. En la respiración circular la lengua se utiliza para expulsar el aire y este aire produce el sonido. El ejemplo que me viene en mente es aquel del embolo de una jeringa. Pero la pregunta es ¿como hace la lengua para empujar el aire? La respuesta está en la palabra onomatopéyica Pheet! (pronunciación inglesa) .
El Pheet! es un movimiento. En efecto, si nosotros pronunciamos esta palabra nos damos cuenta que la lengua parte de la base de la garganta y, al fin de la palabra, se encontrará en la misma posición del stacatto simple “T”.
Ningún cansancio particular, entonces el secreto está en la lengua.
Una vez aprendida la técnica básica el alumno se podrá convencer de la utilidad de la práctica y podrá gradualmente llegar a resultados satisfactorios.
En la aproximación al uso de la respiración circular el más grande obstáculo para lograla es nuestro cerebro. ¿Porqué?
La respuesta es simple, es muy difícil para nosotros concebir dos acciones contrapuestas en un mismo instante.
(la lengua en el interior y el aire que entra por la nariz!) Un simple ejercicio para conseguirlo es aquel de tocar cuatro semicorcheas stacatto y respirar por la nariz sin producir sonido sobre la última nota.
Habituándose a tal procedimiento será muy fácil alcanzar el objetivo.
La respiración con la nariz debe ser corta, cortísima!
Otro paso esencial es aquel de sincronizar el Pheet y la respiración. Procedimiento no fácil de obtenerse en primera instancia, que requiere tiempo, concentración y paciencia.
Para intentarlo es aconsejable utilizar la articulación simple “T” y ejecutar todo muy lentamente sobre una sola nota. La experimentación y la búsqueda personal son siempre útiles y nos llevarán a una cualitativa mejoría.
El segundo ejercicio contempla la superposición de las dos acciones: respirar con la nariz y Pheet
Probablemente en este punto, nueve personas sobre diez se sentirán desilusionadas, enojadas o solamente perplejas. Muchos se preguntarán si esto es correcto. Pues bien, como decía, al nivel teórico es todo fácil, al nivel práctico es necesario invertir mas tiempo. Intentar y reintentar, y no desistir, es el secreto para la obtención de cada cosa.
Quien a este punto haya logrado emitir un sonido que cubra la respiración de la nariz se dará cuenta que, desde aquí a la puesta en práctica definitiva de esta técnica, el paso es largo pero posible.
¿Cómo alargar la nota que cubre la respiración? El todo está comunicado, como se decía primero, a la lengua. Más el trayecto es largo, mayor será la masa de aire expulsada. Si probamos hacer partir la lengua desde la base de la garganta, menos velozmente pero con la misma fuerza, el Pheet debería volverse mas largo y transformarse en una suerte de silbido Pheeee. No sentir pánico si el sonido es terrible, si no es sonido propiamente o si les parece de tener a “Eolo” en persona en la boca!
Es normal y es lógico.
Si el Pheet o Pheeee de cualquier manera funciona se puede intentar de respirar sobre dos notas de altura diversa, insertando el golpe de lengua pheee sobre la segunda nota.
A este punto quien haya logrado obtener un resultado se puede definir como un usuario de la respiración circular en estado embrionario. No esperen aprenderla en dos días, por lo menos no en forma práctica. Ahora, el último paso: hacer que la respiración circular se produzca sobre una nota larga. Llegado a este punto la respiración continua se basaba y se basa sobre el pheet el cuál, en su primer encarnación, representa el avance y retroceso que la lengua hace cuando emite el golpe simple de lengua o “T”. Desde ahora el pheet debe perder gradualmente toda la fuerza de la “T” final sin perder, por otro lado, la capacidad de empuje. Esto se logra con un estudio siempre muy constante y bajando progresivamente la lengua que permita al aire fluir mayormente a la mitad del golpe Pheeet.
Escribir y describir estos movimientos no es cosa fácil y por ello confío en la buena voluntad y el espíritu de búsqueda del lector para una mejor y correcta comprensión.
Queriendo tocar una nota larga con la respiración circular en medio, se advertirá primeramente un degradarse constante del sonido cercano a la desaparición (al final del Pheet) y una aparición inmediatamente después. Para evitar o limitar todo esto aconsejo tocar dos notas de una misma altura y, donde se quiera respirar, de ejecutar un pheeet muy mórbido y veloz (el Pheeet si convertirá en wheeeee).
Recuerden de concentrarse y decidir con anticipación dónde y cómo realizar el Pheet, dónde y como hacerlo combinar pero, sobretodo, de anticiparlo lo más posible para eliminar la fractura que crea en el sonido.
Muy a mi pesar el tiempo y el espacio a mi disposición han acabado. A los lectores interesados les deseo que, con estos pocos consejos, logren acercarse con menor dificultad a la respiración circular y a los elegidos les pido perdón, y que no se enojen demasiado conmigo por haber intentado (quizás sin lograrlo) develar un secreto DE ELLOS.