La Orden de Los Caballeros del Traverso se gestó en una fría noche de febrero en el condado de Laukariz. La necesidad de reunir a una serie de amigos que hacía tiempo no se veían en un clima de tranquilidad, serenidad y totalmente falto de responsabilidad, fue su objetivo principal. Han pasado ahora más de seis años desde su creación y he decidido, como Escribano de la Orden, hacer un pequeño balance de este nuestro VI Encuentro, rememorando si cabe, algún acontecimiento que haya sido importante para nuestra Orden en estos seis años de singladura por el ancho mar de nuestras vidas como flautistas, músicos e incluso, hombres de buen talante.
Una carpeta bajo el brazo con fotos, currícula vitae de una serie de flautistas y un proyecto cuando menos absurdo, nos condujo a Peñaranda de Duero, nuestro domicilio social durante los primeros años de nuestra corta pero intensa vida como Caballeros del Traverso, nombre que me atribuyo con honores en una ráfaga de genialidad cuando las circunstancias así lo requirieron.
Nuestro vocablo más repetido en estos seis años de vida ha sido sin duda alguna “gracias…” gracias, gracias, muchas gracias a todos vosotros por haber formado de alguna manera parte de nuestra historia. Damos las gracias a la mujer que nos ayudó con los protocolos de la Orden y que luce en nuestro escudo como un esbelto halcón. Damos las gracias al joven que pintó a mano nuestro primer escudo. Damos las gracias al alcalde que nos ofreció su pueblo. Damos las gracias a las mujeres de la oficina de turismo que tan bien se han portado siempre con nosotros. Damos las gracias a los gestores del Palacio de los condes de Avellaneda, sede de nuestros primeros conciertos. Damos las gracias a los cocineros que han hecho de la cocina un arte a nuestro servicio. Damos las gracias a todas esas personas anónimas que han venido desde muy lejos para escucharnos y saludarnos. Agradecemos también a todos los fabricantes de instrumentos que han elegido nuestro encuentro anual para exponer sus últimas novedades, Haynes, Pearl flutes y más recientemente Yamaha, que en las tres últimas ediciones se ha convertido en nuestra más ferviente aliada.
Ser los “dueños y señores” de un castillo por un día, es un privilegio al alcance de muy pocos. Una impresionante fortaleza del siglo XI que ha sido testigo de cuanto allí ha acontecido en nuestras noches de máximo esplendor, y que oculta en su interior parte de los secretos que juramos allí mismo al ser nombrados caballeros. Un cáliz que se me ha otorgado como custodio, se llena una vez al año del vino de la tierra y sella los compromisos que juramos en la noche de la investidura.
Quizá la afirmación que un día hiciera Pere Joan sobre nuestra Orden sea lo más acertado que hayan podido decir acerca de nosotros:
“Que buena parte de las mejores flautas del Estado se reúnan, con la excusa que sea, para hacer música y establecer vínculos, es una noticia de relieve.
Si además a la reunión se le da un toque de originalidad y se la reviste de una serie de valores extra musicales, tanto mejor. El alcance de una iniciativa de esta clase creo que va más allá de lo que los propios integrantes llegan a columbrar. (Pere Joan Llop)”
Este año, nuestro VI Encuentro se ha celebrado en Caleruega, Burgos. La idea surgió de una persona anónima que vino a escucharnos al monasterio de la Vid y nos sugirió la idea de celebrarlo en su villa, Caleruega. Todavía no he encontrado las palabras justas para agradecer a Sonia y a todo el pueblo de Caleruega su gran acogida, su dedicación, preocupación y bien hacer para con nosotros. Hemos ido como vasallos y nos han tratado como a reyes, y eso para nosotros, ha sido un gran estímulo para seguir juntándonos cada año en dicha población. Desde su máximo mandatario, el alcalde de la villa, hasta el último habitante, nos han obsequiado con sus aplausos, el mejor bálsamo para un músico y nos han colmado de atenciones, vino, torreznos, cordero, chorizos, morcilla, ensaladilla rusa…y hasta dos grandes tartas hechas con mimo por las MM Dominicas del convento, todo un lujo para nosotros.
Voy a transcribir literalmente el artículo que escribió José Luis Palacios Alonso en su Blog, dedicado a la villa de Caleruega, creo que una persona ajena a la Orden de Los Caballeros del Traverso será mucho más objetiva que cualquiera de nosotros.
“A lo largo de la historia de Caleruega siempre ha habido visitas ilustres, desde reyes hasta autoridades políticas, deportistas, personalidades religiosas,… pero quizá este fin de semana hemos tenido la suerte de presenciar una de las visitas más cultas y emocionantes de las últimas décadas. Los Caballeros del Traverso han pasado en nuestro pueblo su encuentro anual 2013 para conocer el pueblo y deleitarnos con un maravilloso concierto ayer domingo a mediodía en la iglesia de las MM.Dominicas.
Una muestra de virtuosismo, lirismo y dominio musical que rayaba la perfección sublime. Obras de Mozart, Reicha, Beethoven, Boismortier fueron siendo desgranadas por dúos, cuartetos, quintetos, cada cual más sorprendente. En la segunda parte, Oscar de Manuel (artista invitado) hizo las delicias del público (que llenaba la iglesia) con un nuevo sabor gaditano, por bulerías, seguidillas,… con unos ritmos imposibles, haciendo de la flauta una curiosa extensión de su vena flamenca.
Fue todo un lujo el poder tener a este montón de músicos geniales en el pueblo durante todo el fin de semana, porque además de ser unos músicos de altura, se notaba que eran un grupo humano estupendo. Se han hospedado en el hotel Prado de las Merinas. Ellos no han pedido más factura que probar el rico cordero y vino de la tierra, así que poco pago para lo mucho que les debemos. Han conocido y valorado el pueblo, y se han dejado querer por todos nosotros en los diversos encuentros y comidas que hemos tenido con ellos.
Todo este gran encuentro ha sido posible gracias a Sonia Bravo que tuvo la buena idea de pedirles el año pasado en La Vid si tenían a bien hacer su encuentro en Caleruega este año y al ayuntamiento que se mostró siempre encantado con la idea. Dicho y hecho. Aquí los hemos tenido y disfrutado. Esperamos que les haya gustado la experiencia y que se animen a repetirlo el próximo año 2014. Gustosamente les esperamos y brindamos por ello.”
Amicis qualibet hora…